Es importante poder detenernos y analizar un poco el escrito del Dr, Yesid Francisco Perea, dado a que allí está en marcado parte de la realidad que se vive en el Chocó, y muy particular mente en Quibdó.
EXISTEN OTRAS ALTERNATIVAS
Por Yesid Francisco Perea Mosquera
Hace dos años aproximadamente, se comenzó a hablar recurrentemente de grupos armados en Quibdó, con capacidad para alterar el orden público en nuestra capital, pues antes se hablaba de bandas, pero sin la fuerza para lograr organización y, al parecer, logística, como las que están liderando la situación de alteración del orden público en los últimos meses. Los resultados muestran que las autoridades legítimas del Estado no han tenido la capacidad operativa, ni estratégica para contrarrestar el poder de estas personas, más allá de los esfuerzos que, con seguridad, han venido realizando.
Por eso, en conversaciones que surgen producto de cualquier reunión, nació la idea de buscar alternativas distintas a las bélicas, pues está claro que el plomo no es la solución; han sido muchas las personas caídas producto de las balas disparadas y la situación permanece inalterable, desde el punto de vista de la recuperación de la tranquilidad en esta Villa de Asís. Por esta razón, y en el entendido que existen otras opciones, he querido presentarles este escrito imperfecto desde luego, con el fin de que se realicen los ajustes a que haya lugar, en la intención de presentar soluciones distintas a las balas; ya han caído muchas personas, jóvenes en su mayoría, quienes, con oportunidades distintas, seguramente estarían aún entre nosotros. Pues bien, creemos que puede ser importante para la recuperación de nuestra tranquilidad: i) la construcción de obras de impacto social en las comunidades cuya población es la menos favorecida dentro de los desfavorecidos que somos todos en el departamento; ii) vinculación inmediata de habitantes de los respectivos sectores, para la construcción de las obras que se acuerden realizar; iii) concertar con las comunidades cuáles serían las obras prioritarias a por construir, es decir, no llegarles a imponer nada, sino más bien un diálogo eficaz, sin palabrería barata, a efectos de concluir con estas comunidades las obras a realizar; iv) vincular, en forma inmediata, al alto gobierno, a la Iglesia (que ha venido colocando la cara por nuestras comunidades en el departamento), la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General de la Nación, algunas organizaciones internacionales que demuestren interés serio en esta propuesta, y, v) dialogar con los líderes de las organizaciones que hoy nos tienen altamente preocupados; un diálogo serio, responsable, que involucre a las entidades mencionadas en el punto anterior, sin dejar de lado al señor Alcalde o su delegado, al igual que al gobierno departamental.
Invitación muy especial para las organizaciones culturales; la música, por ejemplo, es un medio muy acorde con lo que queremos, sumado al hecho de que, con seguridad, entre los muchachos que hoy empuñan un arma, hay todo el talento para convertirse en líderes positivos; recuérdese que la música en particular y la cultura en general, son connaturales al chocoano, al afrodescendiente en general. Honestamente soy de los que cree en la posibilidad del diálogo como solucionador de conflictos; ahora, no estamos hablando de los diálogos de Cuba, etc., que duraron una eternidad, no señores, hablo de reuniones puntuales, con fechas convenidas entre las partes involucradas, que sea pronto, con el fin de frenar de una vez por todas, el derramamiento de sangre. Tengo la certeza que la Universidad Tecnológica del Chocó se vincularía a esta idea, por ser el sentir del Rector, persona tan sensible a situaciones como las que estamos tratando y siempre dispuesto para abrir las puertas de nuestra universidad y de esta manera aportar con educación a la resocialización de nuestros jóvenes. No puede ser descabellado pensar en la UTCH en la zona norte, por ejemplo; el Rector lo quiere.
Esta es una simple idea que quiero dejar a vuestra consideración, no sin antes mencionarles que podemos conseguir las personas que nos ayuden desde el exterior, buscando la vinculación de ellas en la forma que se concerte; aquí no puede haber espacio para la imposición.