Foto: Cortesía de el Baudoseño
Ante el incremento de muertes relacionadas al coronavirus, Quibdó, capital del Chocó, ha tenido que aumentar la capacidad de su cementerio.
El proyecto está liderado por la arquidiócesis del Chocó, CodeChocó y las autoridades locales y regionales.
Monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, manifestó que: "Necesitaríamos alrededor de 700 bóvedas para responder a la demanda en el segundo semestre del año",.
Sobre la causa de esta necesidad de nuevas bóvedas, además de las muertes por coronavirus afirmó que "también ha aumentando el número de homicidios, que ha sido muy alto en Quibdó en los últimos años, pero que en estos primeros 5 meses fue el doble respecto al año anterior".
La alarma en Quibdó está encendida: "Se ha vivido un colapso del sistema sanitario, en muchísimas camas se han adecuado ayudas pero la demanda es muy superior. Muchas personas están yendo a Medellín para tener atención".
"Esta situación es muy preocupante para la ciudad, teniendo en cuenta que apenas estamos empezando el número de contagios y que el ritmo que se lleva es muy acelerado", afirmó monseñor Barreto.
El obispo también explicó cómo son los entierros en estos momentos de pandemia por el coronavirus: "La Ley colombiana dice que las personas van directamente de la funeraria al cementerio. No se permite la celebración de las exequias con el cuerpo presente porque implicaría que hubiera aglomeración de personas.".
"El día de las exequias diez familiares pueden participar en el templo en la celebración de la eucaristía, y la parroquia los sigue acompañando a través de las celebraciones virtuales. Les pedimos a las familias que recen el novenario, cada familia desde su propio hogar", concluyó.