Por Yesid Francisco Perea Mosquera
Son muchas las noticias que a diario se escuchan o leen, en relación con lo que hace o deja de hacer una de las instituciones más importantes de la Nación, me refiero a la Policía Nacional, cuyos integrantes, en los diversos grados, producen noticias a diario, lastimosamente no siempre positivas. Y esto no debería ser difícil de entender, si nos detenemos a mirar la gran cantidad de hombres y mujeres que integran sus filas; sin embargo, a pesar de los errores, quiero destacar aspectos positivos de esa gran institución, especialmente por estos días cuando, al unísono con el Gaula Ejército y el CTI, vienen dando importantes resultados a lo largo y ancho del país.
En el caso de la Policía Nacional, no es extraño encontrarnos a integrantes de esta institución metidos en el pantano producto de inundaciones como consecuencia de la ola invernal por la cual estamos atravesando; verlos empantanados, ayudando a trastear, a limpiar, se ha vuelto una costumbre. Recuerdo haber visto una fotografía hace varios meses, en la cual se registraba la actividad de dos agentes de la policía empantanados y sentados en el suelo, en una clara muestra de agotamiento extremo, producto de la labor que, en beneficio de la comunidad, habían prestado; era una foto integrada por dos agentes, uno blanco y otro afrodescendiente, la cual produjo muchos comentarios de reconocimiento. La verdad sea dicha, esa entidad tiene muchas funciones, razón por la cual en cualquier actividad a por realizar se encuentra algún miembro suyo actuando en su representación; e invito al lector para que haga un ejercicio mental y encontrará un Agente de la Policía en diversas participaciones, siempre representando a esa gran institución.
Hace ya bastantes años, cuando éramos niños, ser policía era la profesión preferida de los muchachos, ver un miembro de esa institución en los alrededores de donde se jugaba o se vivía era motivo de tranquilidad y sosiego, por cuanto allí estaba el policía, y sentir su presencia era muy alentador; hoy, eso se ha ido perdiendo por múltiples razones, pero no deja uno de sentir alivio cuando, en momentos como los atravesados por el país en materia de orden público, se ve a una patrulla del Ejército o de la policía por el frente o cerca al menos al lugar de residencia de cualquier ciudadano. Por ejemplo, por estos días, y hace ya varias semanas, están unos agentes en un sector de Quibdó que parecía un oeste; hoy eso prácticamente ha desaparecido, y claro, alguien dirá si se quitan regresan los disparos y el desorden y pueden tener razón, pero están generando sensación de seguridad, de confianza, de tranquilidad y eso, hoy día, vale mucho. Y lo hacen las 24 horas del día con el sol canicular del verano o con la lluvia incesante del invierno; por estas razones y por todas aquellas que usted quiera agregar, este escrito va dedicado a esos hombres y mujeres que a diario cumplen con su deber, a esos que hacen honor al uniforme portado