Por Yesid Francisco Perea Mosquera
Cuando usted está próximo a llegar a Quibdó proveniente de la zona del san juan, casi al frente del balneario que existiera y denominado como Villa Gloria, se encuentran, a mano derecha, algunas construcciones deportivas producto de los recursos aportados por el gobierno nacional para la realización de unos juegos nacionales con asiento en nuestra capital, lo cual fue todo un fiasco y causa suficiente para que, como consecuencia del mal uso dado a esos dineros, según investigaciones de las autoridades judiciales, terminaran procesadas varias personas. Esos escenarios están construidos, pero no he visto a ningún deportista practicando deporte alguno, cuando todos sabemos la calidad humana para la práctica de diversas disciplinas deportivas como aquellas con las que cuentan nuestros jóvenes.
Sobre la construcción misma de los escenarios no tengo nada que decir, porque, debo reconocer, no he ingresado al área donde están, pero con lo que uno ve desde la vía principal, puede colegir que están aptos para ser utilizados en la práctica del deporte; otra cosa es que, por la falta de uso, puedan estar siendo víctimas de la maleza que crece a su alrededor. El tiempo transcurrido desde su construcción es más que suficiente como para que nuestros deportistas pudieran estar haciendo uso de esas instalaciones; ocupar la mente de quienes están en proceso de formación, especialmente si tienen aptitudes para el deporte, es una excelente idea, con la cual se pueden evitar preocupaciones futuras respecto del comportamiento de los adolescentes, y muy por el contrario, se abona terreno para el éxito de nuestra juventud en cualquiera de las disciplinas deportivas.
Ojalá los dirigentes deportivos y las autoridades, destraben el tema si es que fuera administrativo, y derrumben la imposibilidad de ocupar esos escenarios para la práctica de los deportes.
