Por Yesid Francisco Perea Mosquera
En el propósito de estar al día con los acontecimientos del orden nacional e internacional, me encontré con la noticia que daba cuenta del olvido de unos padres de familia, quienes dejaron olvidado a su bebé en el taxi que los transportaba en la ciudad de Cartagena; esta noticia no me cabe aun en la cabeza, pues quienes somos padres de familia, y claro, están incluidas las mamás, saben que esa situación se torna casi que imposible, especialmente entre progenitores chocoanos, tan amantes de sus hijos.
Elucubrando en la intención de encontrar alguna razón válida para tamaña omisión, ninguna llega a mi mente, pues ese es un descuido que raya con el desamor, porque no creo que pueda existir alguna circunstancia concitadora de mayor atención de la que debe brindársele a un hijo y más si es un infante de unos pocos meses de nacido. Por fortuna, los padres de esta creatura contaron con la suerte de encontrar un taxista serio, responsable y de buen corazón, quien llegó hasta las autoridades de la policía, para dar a conocer la situación, entregando al niño en óptimas condiciones; dicen los medios que luego llegaron los papás llorando, a reclamar al bebé, quienes habrían recibido la reprimenda del caso de parte de los agentes.
La información da cuenta que la pareja es extranjera, lo cual no le quita responsabilidad ni le merma el drama generado en el caso que traemos a colación; ello, de seguro ha debido prender las alarmas de las autoridades, quienes no debieran perder de vista a los progenitores del menor, pues nunca se sabe. Estoy seguro que, entre padres chocoanos, por citar solo a una región, esta situación no ocurre; el amor de padre de los chocoanos es inconmensurable, lo cual descarta “olvidos” como el ocurrido en la ciudad de Cartagena
