EL HOSPITAL DE TERCER NIVEL PARA EL CHOCÓ

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JOSÉ MARÍA DAZA SÀNCHEZ

 

El sistema de salud en el país está claramente definido en su estructura y niveles de atención. Se inicia con el primer nivel, el cual determina los programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad. Su objetivo principal es evitar que el ciudadano se enferme, para lo cual se tienen determinadas premisas que se deben cumplir, tales como la aplicación del régimen de vacunas en las edades correspondientes a los menores de edad, programas de seguimiento desde el embarazo tanto a madres como a los fetos, promoción de una buena alimentación, en fin, todas las actividades para una sana convivencia. Esto se da desde los puestos y centros de salud y el hospital de primer nivel, para el caso, el Roldán en la ciudad de Quibdó.

 

Claro esto dentro del marco de la funcionalidad y buen manejo tanto administrativo, como financiero y obviamente de salubridad o científico. El deber ser es que los puestos y centros de salud, canalicen al paciente y lo guíen en el tránsito de acuerdo con el diagnóstico. Al no darse este programa de manera estricta, sin control, el paciente al sentirse afectado, sale si ser remitido o referenciado, para que lo atiendan en el Hospital San Francisco, que es una entidad de segundo nivel, ya con atención especializada. Ahí se inicia la congestión del San Francisco. Saben que el Roldán difícilmente le solucionará el problema. Obviamente ante la ineficiencia del servicio que se presta allí.  

 

Si se aplican los protocolos de atención definidos, esto no debería pasar. Claro, si se aplicaran los recursos de manera eficiente. El Sistema de Referencia y Contra Referencia es el mecanismo que permite hacer un estricto seguimiento al paciente, es decir, el paciente sale del puesto o centro de salud remitido al hospital de primer nivel y allí se determinará su tratamiento y la necesidad de pasarlo a otro nivel, en la medida de la gravedad del paciente.

 

Los programas de Promoción de la Salud y Prevención de la Enfermedad (PyP) deben contratarse con el hospital y los centros y puestos de salud de manera prioritaria. Aquí, lamentablemente se contratan con privados y se descuidan aquellos, hasta llegar al cierre.

 

Lamentablemente no se ha administrado de manera lógica y normal la salud del municipio ni la del departamento. Se ha entregado, en muchas ocasiones a los amigos, que han venido despilfarrando los recursos en beneficio personal. O miremos, entonces a todos esos funcionarios y exfuncionarios investigados, sin resultados positivos, por parte de los entes de control.

 

No se han sabido administrar los hospitales, ni el Roldán ni el San Francisco, ni directamente, ni intervenidos. Un hospital al que lo remozan, le limpian todo el problema de carga pensional, deudas, estructura administrativa, le asignan recursos financieros para que funcione y genere sus ingresos tranquilamente y lo quiebran, y van por la segunda liquidación, siendo el único responsable del segundo nivel de atención, sin dejar de mencionar que tienen cerrados varios de los puestos y centros de salud de Quibdó y sus corregimientos. ¿Qué podemos esperar del hospital de tercer nivel?

 

Son multimillonarios los recursos que deberá manejar. No hemos sido capaces de manejar un hospital como el Roldán, que hoy tiene acumulada una deuda de más de $30 mil millones, ni el San Francisco. ¿Podremos hacerlo con el de tercer nivel?

 

Y ni hablar del hospital universitario.  

 

Ahí si es necesario hacer un llamado a los mandatarios e impulsores del proyecto. No quiero decir que es que no se necesita. Claro que sí.

 

Pero, ¿Por qué no mejorar y poner a funcionar primero estos dos niveles? Hacer que realmente presten los servicios adecuados, de primera calidad y eso como primer efecto, reduce el impacto en los niveles superiores, en todo sentido. En el número de pacientes, en gravedad de las enfermedades, en la misma aplicación y ejecución de los recursos. Se vuelven más eficientes. Esto es con cabeza fría que se toman las determinaciones, no con el corazón o pensando en el beneficio de los bolsillos de algunos.

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