Con el propósito de acompañar los 98 años de una señora, y claro, en el interés de hacer turismo, tuvimos la oportunidad de realizar un viaje a Santa Marta durante el pasado fin de semana, aprovechando que era festivo. Debo serles sincero, nunca me imaginé el tamaño de El Rodadero, pues respecto a esta parte de la capital del magdalena siempre muestran unos edificios alrededor de una hermosa bahía, sea decir, apuntándole al turismo, pero El Rodadero es muy grande, al punto que ya se habla de norte y sur, dado su tamaño.
Pues bien, resulta claro que la apuesta, para el caso del Chocó, debe ser apuntarle al turismo, porque sabiéndolo explotar le apuntamos a impactos económicos de variado orden, si tenemos en cuenta que genera empleo formal e informal, al ejecutar diversas labores por parte de quienes ejercen esta actividad; el turismo mejora la economía local, lo cual contribuye a una mejor calidad de vida, optimizando, además, oportunidades de nuevos negocios, de inversiones diversas para potenciar posibilidades laborales. Todos somos conscientes de la gran posibilidad con las que la naturaleza dotó a nuestro departamento, de tal forma que se hace repetitivo insistir en ello, pero no sobra recordarles la cantidad de ríos y quebradas en las que se puede hacer turismo, no solo para observar la naturaleza casi virgen, sino por ejemplo, para el avistamiento de aves silvestres, oficio tan perseguido por los europeos; recorrer nuestras ciénagas debe ser, para propios y extraños, una experiencia única; qué no decir del buceo en nuestras áreas marinas, etc.
Visitar playas limpias, llenas de posibilidades de aventuras en nuestros municipios costeros como Acandí, Bahía Solano y Nuquí, son tesoros escondidos y a la vez, a la vista pública, constituyéndose en una misión posible para quienes deberían apostarle al turismo como solución a muchas dificultades de carácter laboral, y aquí destaco lugares especiales como el Almejal, playa huina, playa potes, bahía de triganá, bahía cupica, sapzurro, capurganá, guachalito, coquí, termales, etc., son oportunidades que esperan grandes inversiones para contribuir a las soluciones de las dificultades propias generadas por el desempleo. El Rodadero me hizo retomar este tema, del cual hemos escrito en ocasiones pasadas.