Por Yesid Francisco Perea Mosquera
Hoy, nuevamente debo referirme al asunto del puente, al cual me referí en varias oportunidades invitando a los responsables a tomar las prevenciones necesarias para evitar su colapso; pero las medidas no se tomaron y el puente se quebró. Ahora no estamos con santos y señas para anunciar la muerte de nadie en particular, pues la situación generada por la caída del puente ha sido causa de una muerte colectiva lenta y desgarradora, la cual afecta en grado sumo la tranquilidad y bienestar de la gran mayoría de los habitantes de esa parte del departamento, especialmente a municipios como Condoto, Iró, Nóvita, Medio San juan y todas sus comunidades; el aumento de precio de los productos de la canasta familiar en una zona donde el gran empleador es la minería tradicional, hoy mecanizada, o el Estado, por intermedio de las respectivas alcaldías, se constituye en una grandísima dificultad para sus habitantes.
No quiero imaginarme cómo se habrá subido el queso, a manera de ejemplo, o el huevo, productos de primerísima necesidad para todos los chocoanos en su dieta alimentaria; para los mineros de estos municipios de seguro que el costo de los combustibles está por las nubes. Veía las dificultades para el traslado de los enfermos a la altura de la encharcazón, sitio donde está ubicado (o estuvo..) el puente, tan necesitado para el diario vivir de los habitantes de esta zona del sanjuán. Ahora es cuando se requieren muestras del compromiso del alto gobierno con el Chocó, departamento donde el triunfo electoral fue abrumador en las pasadas elecciones presidenciales; creo que ya está bien de palabras embaucadoras, bonitas, prometedoras, para pasar a la acción y una bonita oportunidad es imprimiéndole celeridad a los trabajos, así como se lo imprimieron al tema de la vía que une al Meta con Cundinamarca, sin desconocer la despensa para el país que significan los llanos; es que el puente sobre el río Iró ha caído.