ISMAEL ALDANA

0




Por Yesid Francisco Perea Mosquera

Sin lugar a dudas, no soy la persona más indicada para escribir sobre la vida y obra del Ing. Ismael Aldana (q.e.p.d.), a quien, por los avatares de la cosa política, tuve la feliz oportunidad de tratarlo, de conocerlo un poco; pero, hay amigos con toda la historia de este ilustre conservador que nos ha dejado, en acatamiento al llamado del padre celestial. La ocasión en la que más compartí con el exsenador, fue cuando hizo alianza con la familia Sánchez Montes de Oca y el Partido de la U (creo no equivocarme), cuya unión desembocó en su regreso al congreso de la República, en atención a la renuncia que de su curul hiciera el DR. Odín Sánchez, como consecuencia de las investigaciones adelantadas en su contra.
Por esos días me embarqué con el doctor Ismael a realizar un recorrido por algunos Municipios; estuvimos en Bahía Solano, Nuquí y Pizarro, entre otros lugares, territorios en los que se lo reconocía con mucho aprecio por algunas personas, pero también encontramos amigos con resquemores, listos a reclamarle situaciones de vieja data y aún para ellos siempre tenía una sonrisa para dar sus explicaciones y normalmente, terminaba convenciéndolos; Ismael tuvo ángel siempre. Fui escogido como presidente de las juventudes conservadoras en Bogotá, por allá hacia el año 1989, presidencia que no tuve oportunidad de ejercer en debida forma porque fui nombrado en Instrucción Criminal y me trasladaron para Montería, y mi gran discurso para convencer a mis copartidarios, estudiantes de pregrado en su gran mayoría, fue soportado en la calidez y sencillez de Ismael, en contraposición a la postura distante y augusta del Dr. Osías Lozano, quienes a la postre, con el Dr. Barcha, mantuvieron corrientes distintas al interior del partido conservador, obteniendo como resultado que nuestra colectividad se mantuviera viva.
Recuerdo que cuando regresábamos desde Pizarro subiendo por el río Baudó, arrimamos a un pueblito al cual le quedaban unas pocas casas, San Luis, y allí permanecían algunas personas que, con trampas, cogían unos camarones de agua dulce muy grandes; Ismael lo sabía e hizo arrimar el bote para comprar algunos, pero se descuidó y un camarón de estos le agarró el dedo pulgar y le hizo pasar un mal momento. Nuestro partido, el partido conservador, pierde a uno de sus grandes hijos en el Chocó; ya no veremos a Ismael al volante de su gran camioneta roja, por demás, ni se lo verá recorriendo las calles de Quibdó con esa permanente sonrisa, aún con dificultades como cualquier ser humano. Como homenaje póstumo al Dr. ALDANA VIVAS deberíamos multiplicar esfuerzos para sacar una gran votación en apoyo a nuestros copartidarios que aspiran a obtener votos para las próximas elecciones; a él le hubiera gustado verlos triunfar.

Tal vez te interesen estas entradas

No hay comentarios