Por Yesid Francisco Perea Mosquera
Con mucha tristeza para nuestro departamento inició el año nuevo; no quiero, no deseo quedarme insistiendo sobre notas mortuorias producto de tan grave accidente como el que nos agobia, pues ha sido tanto el dolor escuchado, descrito y el que se ha podido ver a través de las imágenes, que creo suficiente muestra para insistir en aquello en ello. Solo debo destacar el hecho de no haber caído en esa situación ningún familiar y agradecer a Jesús, Rey de reyes, por su protección, por cuanto siete días atrás pasamos gran parte de la familia por aquel lugar, mientras regresábamos de la capital paisa.
Ahora, quiero referirme nuevamente al caso de las dos aerolíneas comerciales que viajan a los destinos más utilizados por nuestra comunidad, básicamente Bogotá, Medellín y Cali. En escritos anteriores me he referido a la falta de autoridad del orden nacional, cuando de regular los precios aéreos se trata; pareciera ser que la aerocivil (así en minúscula) y sus dirigentes no tuvieran arte ni parte en la regulación de los precios de los tiquetes aéreos, básicamente relacionados con las rutas que cubren Clic, antes Easyfly, y Satena, ésta última propiedad del Estado. No tiene presentación cobrar hasta un millón de pesos en la ruta Bogotá-Quibdó, o de ésta ciudad a Cali; ni qué decir lo que cobran por escasos 30 minutos de vuelo hacia o desde Medellín. Por ejemplo, con ocasión del retorno de los estudiantes a seguir carreras en las grandes ciudades, los precios de los tiquetes aéreos han estado muy elevados, y como consecuencia del accidente mencionado arriba y el cierre de la vía carreteable, han aprovechado para jugar con los precios a su antojo, a su libre albedrío, sin que los detenga el dolor de tantas personas producto del mortal accidente.
El presidente Petro ha dado instrucciones para evitar que se siga comercializando con la sangre, así lo ha dicho, y creemos, somos optimistas, se puede ejercer algún control en la regulación de los precios de los tiquetes aéreos de las empresas que viajan al Chocó; me gustó la postura de la gobernadora cuando se refirió al tema de los tiquetes y la usura de los empresarios del aire, quienes actúan sin dios y sin ley. Solo me resta enviarle ánimos a nuestra mandataria para que siga insistiendo en la presencia de otras aerolíneas que cubran las rutas desde Quibdó al resto del país, pues ello contribuirá al control de precios y a que los chocoanos tengamos otras alternativas aéreas distintas de las mencionadas arriba.