La Fiscalía General de la Nación, a través de la Fiscalía
Séptima Seccional de Delitos contra la Administración Pública y de Justicia, ha
imputado cargos contra José Omar Niño Carreño, quien se desempeñó como agente
interventor del Hospital Departamental San Francisco de Asís de Quibdó en el
año 2015. Se le acusa de presunto peculado y la celebración de contratos
irregulares que habrían causado un significativo detrimento patrimonial a la
institución.
Durante su gestión como agente interventor en 2015, Niño
Carreño tenía la responsabilidad de gestionar y supervisar las operaciones del
hospital para mejorar su funcionamiento y garantizar una administración
eficiente y transparente. Sin embargo, las investigaciones revelan que, en
lugar de cumplir con estos objetivos, Niño Carreño habría incurrido en
presuntos actos de corrupción que comprometieron gravemente los recursos del
hospital.
Las acusaciones señalan que Niño Carreño celebró varios
contratos de manera irregular segú indica la Fiscalía, con dos empresas: SISA
ST S.A.S. y la Unidad de Salud Santa Mónica. Con SISA ST S.A.S., el ente
investigador asegura que se firmaron dos contratos significativos: el Contrato
No. 107, vigente del 1 de agosto al 31 de octubre de 2015, por un valor de $564.114.240
COP, y el Contrato No. 109, que abarcó del 1 de agosto al 31 de diciembre de
2015, por un valor de $447.725.760 COP.
En el caso de la Unidad de Salud Santa Mónica (NIT
900421854-4), se suscribieron múltiples contratos a lo largo de 2015. El
Contrato No. 271, firmado el 16 de enero de 2015, ascendió a $192,000,000 COP,
con una adición posterior de $94,000,000 COP. Más adelante, el Contrato No.
875, vigente del 1 de abril al 31 de mayo de 2015, también por $192,000,000
COP, incluyó una adición de $90,000,000 COP.
El Contrato No. 937, que se extendió del 1 de junio al 31 de
julio de 2015, tuvo un valor de $180,000,000 COP. Finalmente, el Contrato No.
120, vigente del 1 de septiembre al 31 de octubre de 2015, alcanzó un monto de
$250,000,000 COP.
El material probatorio recaudado por la Fiscalía revela una
serie de presuntas irregularidades graves en la celebración de estos contratos.
En primer lugar, se detectó que los procesos de contratación no cumplieron con
los requisitos legales esenciales.
Los contratos fueron adjudicados sin una debida planeación y
sin los estudios previos necesarios, lo que pone en evidencia una falta de
transparencia y objetividad en la selección de las empresas beneficiadas
argumenta el ente investigador.
Además, se hallaron serias deficiencias en la ejecución de
los contratos. Las empresas contratadas, SISA ST S.A.S. y la Unidad de Salud
Santa Mónica, no cumplieron con las condiciones estipuladas en los acuerdos.
Los informes de auditoría muestran que los servicios contratados no fueron
prestados de manera adecuada, y en algunos casos, simplemente no se prestaron.
Esto resultó en pagos indebidos por servicios inexistentes o
deficientes, lo cual constituye un claro ejemplo de peculado por apropiación,
dice la Fiscalía.
Otra irregularidad significativa es la presunta
desviación de fondos para fines no autorizados.
Se descubrió que parte del dinero destinado a los contratos
fue utilizado para la remodelación de instalaciones, un uso prohibido por la
normativa vigente. Estos recursos debieron haber sido utilizados exclusivamente
para los fines específicos establecidos en los contratos, pero en lugar de
ello, se redirigieron a actividades no previstas, aumentando así el detrimento
patrimonial.
Según los audios de la audiencia pública que se llevó a
cabo, la Fiscalía fue enfática en rechazar este tipo de conducta e imputó doce
delitos distribuidos en seis contratos sin cumplimiento de requisitos legales y
seis por peculado.
La entidad indicó que estos delitos eran objeto de un mayor
reproche debido a la posición de poder y la ilustración de Niño Carreño, así
como su presunta coparticipación criminal con otras dos personas implicadas.
Además, la Fiscalía subrayó la gravedad de utilizar recursos destinados a la
atención y salud de la población chocoana necesitada, que requiere con urgencia
estos servicios esenciales.
Intervención: Más problemas que soluciones
En los últimos años, el Hospital Departamental San Francisco
de Asís de Quibdó ha sido escenario de diversas investigaciones y escándalos de
corrupción que han implicado a varios de sus agentes interventores. Estos casos
han deteriorado la confianza pública en la gestión del hospital y han afectado
gravemente la calidad de los servicios de salud.
VEAMOS
Caso: Farid Alonso Vieira González
Estos casos reflejan un patrón sistemático de corrupción y
mala gestión que ha plagado al Hospital Departamental San Francisco de Asís de
Quibdó. La continua rotación de agentes interventores y directores implicados
en actividades ilícitas subraya la necesidad urgente de reformas profundas y
una supervisión más estricta para garantizar que los recursos destinados a la
salud pública sean utilizados de manera eficiente y transparente.