Por José María Daza Sánchez.
Quiero contextualizar un par de
columnas escritas por el suscrito, relacionadas con la “Clase de personas que
estamos eligiendo” y “Los cupos indicativos para los congresistas”. Obviamente estos
temas no pueden dejarse separados frente a la corrupción, que hoy, según los
medios de comunicación del sistema, que hacen de un estornudo, un maremágnum o
terremoto, sin perjuicio de que, específicamente, el tema de la UNDRG sea
bastante representativo, especialmente, cuando lo que se esperaba del actual
gobierno era que no se llegaran, precisamente, a presentar estos hechos.
Aprovechando la herramienta de la
inteligencia artificial, que a propósito de un catedrático de la Escuela
Nacional del Deporte, Jorge Manrique, en una conferencia en la que estuve
presente, señaló con toda propiedad de que éste campo de la informática “es la
caneca de la basura de la internet”, sin embargo, acepto que es un referente
que hay que tomarlo con pinzas y que nos permite fundamentar algunos
argumentos, por lo que retomo la definición de la corrupción: “Es un fenómeno
complejo y multifacético que ha existido a lo largo de la historia de la
humanidad. No hay una fecha específica para su «nacimiento», ya que ha evolucionado
y se ha manifestado de diferentes maneras en distintas culturas y épocas.
Sin embargo, se puede decir que la
corrupción ha sido un problema persistente en la historia de la humanidad,
desde las primeras civilizaciones hasta la actualidad. En la antigüedad, por
ejemplo, existen registros de corrupción en el Imperio Romano, la Grecia
antigua y el Imperio Chino, entre otros.
En la Edad Media, la corrupción
también estuvo presente, especialmente en el seno de la Iglesia Católica y en
las cortes reales. Durante la Edad Moderna y la Edad Contemporánea, la
corrupción ha continuado siendo un problema en muchos países y contextos.”
Pues y, ¿qué tiene que ver lo uno con
lo otro? Lo primero, es que elegir a algún personaje, especialmente para el
Congreso de la República, pues es ponerle en bandeja el manejo del poder,
disque en representación del pueblo que lo elige. (Risas) por lo que adquiere
un poder extremo y se aprovecha de ello para “extorsionar” al gobierno de
turno: Le apoyo los proyectos de ley que presente, pero, me da unos cupos
indicativos y/o unos cargos o puestos para mis familiares y amigos.
Entonces nos rasgamos las vestiduras
gritando a cielo abierto, cuando el gobierno les critica su actuar porque le
niegan el apoyo en la legislación en trámite. En el entendido de que no les ha
dado su mermelada y entonces salen a decir que el Congreso es “independiente”
(otra vez risas) que cómo les quiere imponer el gobierno lo que ellos tienen
que hacer. ¡Y así pasa con las Altas Cortes! Entonces, cuando necesitamos
apretar al gobierno por mermelada, nos negamos a legislar, sin perjuicio de la
independencia, que debería existir, porque legislan es en su favor, no pensando
en el pueblo.
Y el tema de la UNGRD, no es nada
diferente a eso. A la extorsión que han aplicado por años desde el Congreso al
Gobierno. Un sistema absolutamente corroído por la politiquería, es muy difícil
que en dos años se vaya a terminar, más cuando el Presidente Petro no tiene
equipo, no estaba preparado para gobernar para sus propósitos con sus “aliados”
y en aras de la coalición o del pacto tuvo que admitir a un poco de vagabundos
que se han convertido en unas rémoras del presupuesto estatal.
Entendiendo el proceder de los
ministros en esta materia, sin pretender defender a ninguno, si ya tenían esos
cupos indicativos asignados los congresistas, lo que hacen es presionar para
que se les asignen y se hagan efectivos y claro es que necesitan ese 17,5% por
adelantado, entonces si el ministro requiere del apoyo de los “Honorables…”
pues hay que empujar esos trámites y ahí caen en el meollo del asunto, así no
esté pidiendo para él. Y así sucede con los “Honorables Diputados y
Concejales”, que “no dan puntada sin dedal” en su gran mayoría.
Es muy complicado llevar la
corrupción “a sus justas proporciones”, como dijo el expresidente Turbay,
porque acabarla, nunca, ni con SECOP I o II, ni con subastas inversas ni con
todos los recovecos que se inventen, que son solo para hacer creer que con toda
esa parafernalia van a acabar ese tema. Debemos entender y comprender que los
que hacen las leyes, las hacen a su acomodo, para poder seguir disfrutando de
las mieles del poder.