Por José María Daza Sánchez
En una entrevista que le hicimos Rafael Galeano y el suscrito en el Noticiero Enlace 7 de la Emisora Chocó Radio, a la Señora Gobernadora del Chocó, recién posesionada, específicamente en materia de deportes, nos manifestó que el propósito era darle relevancia a las actividades deportivas para competición y que para eso había puesto una meta de un año para que la entidad responsable de aplicar las políticas deportivas en el departamento, INDECHO, se transformara o de lo contrario liquidar a esa entidad, adscribiéndola a una secretaría o dependencia.
Han pasado ya ocho meses desde el inicio de la administración. A la fecha no se sabe qué está pasando en esa materia. Lo cierto es que veo y recibo mensajes de protesta de diferentes ligas en las que se señala que la respuesta normal y de todo el tiempo, desde hace muchos años, es “NO HAY RECURSOS”. Caso, por ejemplo, del equipo de balón mano que tuvieron que desistir de ir a una competencia clasificatoria para juegos nacionales de la juventud, debido a esa falta de recursos y así varios potenciales competidores se han visto frustrados. Esto sin perjuicio de la responsabilidad de los dirigentes de las ligas y clubes, que son los primeros en la obligación de buscar los recursos. Obvio que, con mucha dificultad, si no es porque los padres apoyan a sus hijos y ayudan a financiar esas actividades. Porque lo que es la empresa privada no dona ni soporta, a pesar de que son los más beneficiados en la economía chocoana, especialmente los comerciantes.
Ver triunfar a esos deportistas colombianos que, como es bien sabido, salen de una vida de mucha pobreza y de sacrificio y lucha por llegar al podio de unos juegos olímpicos, es el mejor reflejo de que si se apoyan estas causas, se van a ver reflejados en grandes logros y el Chocó y sus deportistas no han nacido en cunas de oro, pero si hubiese el apoyo necesario se obtendrían muchos trofeos, medallas y toda clase de reconocimiento y de beneficios para ellos y para el nombre del Departamento.
Dice Jackeline Rentería, medallista olímpica en Japón que la “reducción en presupuesto del deporte haría que vayamos en decadencia”. Y así son múltiples manifestaciones de peticiones para que el deporte deje de ser la cenicienta en este país con tan grandes potenciales. Lina Licona, otra deportista olímpica señala que “Para los que no saben, nunca aparecí en el ranking, me tocó competir más de seis veces para poder estar aquí. Toda la gente que nos critica a nosotros, no saben todo lo que uno pasa para poder llegar.” Esa lucha permanente de nuestros jóvenes, especialmente, para desarrollar actividades deportivas, buscando un mejor futuro termina frustrado ante la falta de apoyo. En el Chocó es peor, puesto que ni las administraciones municipales ni la departamental asignan recursos para atender el deporte. Los municipios no presupuestan más de $50 o 100 millones anuales, si es el caso y como lo mezclan con cultura, por ahí, para los conciertos de sus festividades se van los recursos y no llegan a donde debería ser.
Para la preparación de los deportistas chocoanos a los pasados juegos naciones se propusieron cerca de $13 mil millones, inicialmente y terminaron asignando un poco más de $4.300 millones. El resultado obvio fue frustración, dos (2) medallas de bronce. No hubo competición y muy poca preparación. Mal trato a algunos deportistas, porque mientras los dirigentes viajaban en avión otros tuvieron que viajar por tierra, sufriendo situaciones delicadas. Tengo pruebas y grabaciones. Pero entonces, para asignar plata de regalías a obras que terminan siendo “elefantes blancos” con los recursos mal invertidos y hasta perdidos (robados), a los deportistas se les niega su posibilidad de practicar, competir y llegar a triunfar con una (permítanme la palabra) “michicatería” (michicato: Persona que es muy avara o tacaña, que no suele pagar mucho – del diccionariocolombia.com) y una lloradera, justificando la mentirosa pobreza.
Viendo que para bienio 2023 y 2024, se asignaron recursos de regalías por $527.041 millones y así cada dos años asignan unos mostos específicos, por qué, de allí no se asignan $10 o $15 mil millones anuales, con un programa estricto de trabajo y control para incentivar las prácticas deportivas desde la base, las escuelas y colegios, para quitarle la posibilidad a la delincuencia de que pueda cooptar a estos niños, jóvenes y adolescentes y darles la posibilidad de una mejor vida. Son más efectivos, eficientes y eficaces en su aplicación, que dejárselos a los politiqueros y sus contratistas para que engorden sus bolsillos. Falta ver del informe del Director del Departamento Nacional de Planeación sobre la pérdida de las regalías, qué sale del nombre del Chocó,
Hasta ahora, la propuesta de la gobernadora de replantear las políticas deportivas desde la institución responsable, no se ven reflejadas, esperemos que no sea que se pierda un año más en este túnel del tiempo para el deporte. Las Políticas Públicas del Deporte se hacen y aplican con escenarios y con $$ plata. Solo pidiéndole al Espíritu Santo, no es posible.
Los políticos y dirigentes de este país en general, con algunas excepciones, no han entendido que un verdadero proceso de paz y de desarrollo desde lo humano, se da apoyando a nuestros deportistas. Ellos, los “mandatarios” en este caso los chocoanos, no han visionado el gran potencial que tenemos en todas las categorías y modalidades deportivas. Siquiera han visto cómo nuestros futbolistas están logrando copar espacios internacionales y esto sin apoyo. ¿Se imaginan ustedes, queridos lectores, lo que sería y en dónde estaría el nombre del Chocó apoyando deportistas?
El nativo chocoano, afrodescendiente, tiene unas características especiales que, si se aprovechan y explotan de manera positiva, están por encima de cualesquier persona normal, especialmente en lo deportivo. El fenotipo “es la expresión en forma física de las características de un individuo de cualquier especie. Y esto es lo que permitiría al deportista chocoano imponerse en las grandes competiciones. Está demostrado.
