El Ejército Nacional descubrió un depósito ilegal de armas perteneciente
a la subestructura Jairo de Jesús Durango Restrepo del Clan del Golfo, el cual
era utilizado para la fabricación y reparación de armamento de largo y corto
alcance.
En el marco de esta ofensiva
militar, se incautaron un fusil Galil 5. 56, diez cargadores para fusil y
pistola, más de 200 cartuchos, así como herramientas destinadas a la producción
y mantenimiento de armamento.
Todo el material confiscado fue entregado a las autoridades competentes.
Según las fuerzas militares, esta operación representa un importante golpe al
grupo armado organizado, que ha estado utilizando el miedo como herramienta
para control sobre la población de la subregión del San Juan.