Por Yesid Francisco Perea Mosquera
Este título me trae a la memoria una expresión acuñada por el desaparecido ALVARO GÓMEZ HURTADO, quien reiteraba la expresión, frente a las dificultades por las cuales atravesaba el país, “pongámonos de acuerdo sobre lo fundamental”. Y hoy sí que hay cosas sobre las cuales se requiere consenso a nivel nacional, departamental y en cada uno de los municipios, unos con más necesidades que otros sin duda alguna.
A nivel nacional no es si no mirar la gota causante del rebose de la copa, sea decir, el Consejo de Ministros, porque el berenjenal del país no se generó como consecuencia de la transmisión en vivo de ese consejo, no señores; ese acto que pareciera llevarse por los cuernos a la ley, pues no debía ser público salvo circunstancias que no se vislumbran, fue el detonante para la crisis de ahora, pero las dificultades y los procesos que exigen ponerse de acuerdo para consensuar frente a los problemas de la Nación, vienen de vieja data. Claro está, no es común ver tantos errores, tanta improvisación en un gobierno, cuando la hora de ahora exige prudencia, experiencia, coherencia y consenso. Así pues, mis queridos lectores, se hace urgente y necesario ponernos de acuerdo para neutralizar el estado de cosas como aquellas por las cuales atraviesa Colombia.
Ahora, aterrizando en nuestra comarca sí que se requieren acciones para colocarnos en sintonía todos, sin que para el efecto primen los colores políticos, entre otras cosas por cuanto están descoloridos en razón de las malas cosas que, a su nombre, han venido realizando sus líderes. Por donde usted se detiene, para donde sea que mire, encuentra preocupaciones en el Chocó, o si quiere, observe cómo se han tomado al departamento las comunidades indígenas utilizando para ello las vías de hecho. En campaña escuché una intervención de la candidata, hoy gobernadora Nubia Carolina, en la cual sostenía que privilegiaría el diálogo con los indígenas antes de tomar la vía de la fuerza a través de las autoridades legítimas, lo cual sonaba bien; pero resulta que si hay diálogos, éste se convirtió en monólogo porque esas comunidades con asentamiento en la vía Quibdó-Medellín hacen lo que se les viene en gana, taponando esa única carretera por esa zona, sin miramientos sobre traslado de enfermos, estudiantes, pasajeros, trabajadores y ahora, según se ha hecho conocer, están agrediendo físicamente a quienes con razón reclaman se les permita continuar su camino; dicen que una mujer indígena rompió la cabeza de un señor que quiso continuar su destino, situación muy riesgosa desde todo punto de vista, por las impensadas consecuencias que esa agresión pueda producir. Me pregunto qué se estuviera comentando si es el hombre el agresor en la persona de una mujer, indígena o no.
Los desplazamientos que vienen ocurriendo en gran parte de la zona del san juan, dados los enfrentamientos entre los distintos grupos armados que permanecen en esa parte de nuestra geografía, así como los taponamientos que provocan los indígenas en las pocas vías con las que contamos en el departamento, son situaciones sobre las cuales deberíamos ponernos de acuerdo, especialmente cuando se aproxima un período electoral muy importante-sobre el cual podríamos consensuar-, y contar con representación en el senado para el próximo período; de igual manera, aunar esfuerzos para ayudar a tomar las decisiones más importantes del Chocó y de nuestra capital. De Quibdó y de ideas políticas que beneficien esta ciudad y el departamento, aspiro escribir muy pronto.