En los últimos años, la
violencia feminicida ha sido un problema creciente en diversas regiones de
Colombia, y el departamento del Chocó no es la excepción. Las mujeres de esta
región, muchas de ellas afrocolombianas, han comenzado a alzar su voz de manera
firme y decidida para denunciar esta situación alarmante que afecta no solo a
sus comunidades, sino también a su propia vida y bienestar.
El Chocó, conocido por su rica diversidad cultural y ambiental, enfrenta
grandes desafíos sociales. La violencia de género ha incrementado en un
contexto donde las mujeres ya luchan contra la pobreza, el racismo y la
marginalización. Según informes recientes, las tasas de feminicidio en el Chocó
son significativamente más altas que en otras partes del país. Esto ha llevado
a un estado de alerta y juramenta entre las mujeres, quienes han decidido no
quedarse en silencio.
En el Chocó, la guerra
silenciosa contra las mujeres no cesa. En 2024, los actores armados desataron
una oleada de terror feminicida, mientras las cifras de la Policía Nacional
registraron 187 delitos sexuales en el departamento. Hoy, en 2025, la crisis se
profundiza: confinamientos, violencia sexual y esclavitud se ensañan contra las
mujeres, mientras la impunidad y el abandono estatal persisten.
¿Hasta cuándo? El Chocó sigue
siendo epicentro de una violencia sistemática, donde los cuerpos de las mujeres
son usados como botín de guerra. Pero ellas no callan más. Este 27 de marzo,
bajo el lema "La paz es nuestro derecho", las mujeres en toda su
diversidad se reunirán en el Malecón de Quibdó para encender una luz por la
esperanza.
Las mujeres del Chocó están alzando su voz para
enfrentar la violencia feminicida con valentía y determinación. Su lucha es un símbolo de resiliencia y
un grito de justicia que no debe ser ignorado. A medida que continúan
organizándose y utilizando diversas herramientas para la denuncia, su mensaje
se vuelve cada vez más fuerte, recordándonos a todos la importancia de actuar
contra la violencia de género y construir un futuro más seguro y equitativo
para todas las mujeres.